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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Dios bendice el Corazón...

Josué 1:8-9 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
   Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas“



Dios me enseñó algo hoy, y creo que lo que me enseñó tiene el poder de transformar la forma en la que pienso y vivo en algunas áreas de mi vida, de hecho, fue tan fuerte que me levanté ya estando dormido para escribirlo y lo hago  para compartirlo pero también para no olvidarlo en mucho tiempo... “Dios bendice el corazón que se esfuerza“ 

Por muchos años he leído Josué 1 y he aprendido muchas cosas acerca de él, de hecho en varias etapas de mi caminar con Dios lo he tomado para animarme, para ponerme metas, para guiar mis decisiones, he hablado de él con mi grupo de jóvenes, he escuchado de él en la iglesia... En definitiva es un versículo muy popular, pero hasta ahora no había visto este detalle. “Dios bendice el corazón que se esfuerza“ 

Regresa a leer los 2 versículos, si los conoces vas a estar tentado a no hacerlo y decir... “Ya me los se“ pero por favor, regresa arriba y léelos de nuevo  de forma detenida y pausada.

Lo ves? Dios le habla a Josué, es la primera vez que le habla como líder del pueblo de Israel, es como si acabara de ganar las elecciones para presidente y su primera cita como el presidente del país, fuera con Dios, y él le diera los consejos para tener un gobierno próspero y llevar al país en victoria y vencer a sus enemigos. 

Dios le da órdenes muy específicas a Josué, le dice que no se debe apartar de su boca la ley, que debe meditar en ella de día y de noche, que la debe aplicar, y la debe guardar y le dice lo que pasará si así lo hace... Pero Dios le da una orden a Josué, uno es el mandato de Dios, le mandó que se esforzara y que fuera valiente.

Dios pudo haberle mandado a Josué y al pueblo que obedecieran, pudo haber dicho en el versículo 8 Te mando que mi ley no se aparte de tu boca, Te mando que guardes la ley y que la apliques, Te mando que medites en ella... De hecho, creo que muchas veces yo lo entendí así, pero Dios no le manda eso a Josué, le manda algo diferente... Esfuérzate y se Valiente. 

Es como si Dios le dijera a Josué, Josuesín... Se que la tarea es grande, se que la meta es ambiciosa, se que vas a fallar en el camino y que va a haber momentos en los que no vas a guardar mi palabra, o no vas a meditar en ella, pero no te voy a juzgar por esos momentos... Dios le está diciendo a Josué “No voy a juzgar tus acciones, voy a juzgar tu corazón“ Dios le está diciendo a Josué que por mas que se equivoque, siga intentando, por más difícil que parezca, no se rinda, que aunque crea que es imposible, supere su miedo y siga adelante. Dios le manda a Josué que se esfuerce y que sea Valiente. 

Que distinta perspectiva le da eso a mi vida... No es que el cumplir las metas no importe, no es que Dios afloje el cordón y diga, ok... Te doy chance de ser mediocre, con que le “Eches ganas“ me doy. Dios no está diciendo eso en ningún momento, lo que está diciendo es. Aquí está la meta y se que es ambiciosa, que no la vas a conseguir a la primera y que va a requerir todo de ti. Vas a tener que enfrentar tus miedos, tus debilidades y tus prejuicios pero no te voy a evaluar con las veces que te equivoques, lo que quiero ver es que en tu corazón no te rindas, que te mantengas intentando... Quiero que NO ABANDONES la meta que te he puesto y que tengas el valor de seguir adelante sin importar que pase, cuanto tarde o que haya que hacer... Porque si haces eso yo te voy a bendecir.

Estoy convencido que Dios prometió bendecir a Josué al hacer todo lo que dice Josué 1:8 y al igual que a Josué, a cualquiera que lo haga hoy en día, y también estoy convencido que Dios no nos va a bendecir “Hasta que lo hagamos“ Dios nos va a bendecir mientras lo hacemos, mientras nos esforzamos, mientras luchamos, mientras vencemos nuestros miedos, pasamos nuestros obstáculos y dejamos atrás nuestras costumbres que se oponen a él. “Mientras“ y no “Hasta“... Hace una gran diferencia en como vemos la ley, en como vemos a Dios y en como enfrentamos nuestra vida. 

Oro a Dios que nos ayude a mantenernos en el camino, que nos llame la atención cuando nuestro corazón deje de intentar, que nos fortalezca cuando nuestro corazón se debilite y sobre todas las cosas... Que no permita que dejemos de esforzarnos en seguirlo, obedecerlo y vivirlo, porque ahí mas que en los resultados está su bendición. Ahí, en mi esfuerzo y en tu esfuerzo, en mi valentía y en tu valentía... Ahí está Él!!!!